Espérame

Me pregunto cómo salir de este espacio tan pequeño, es increíble pensar que un cuerpo tan grande pueda a veces empequeñecerse hasta el punto más insignificante. Al mismo tiempo el aire que lo rodea es como un peso insostenible que da la sensación de aplastarte.
Me pregunto cómo pueden sentirse tan frágiles unos huesos tan fuertes o como haces para no verme cuando te estoy gritando que vengas a sostenerme.
A veces me hundo en la culpa de mis actos, soy consciente de que mi apatía resulta dolorosa hasta el cansancio, que la desazón o la falta de costumbrismo sociales me encasilla en un cajón en el que nunca quise estar. Sin embargo, asumo mi culpa y me resguardo entre los recuerdos que nunca volverán y me pregunto en que momento del camino me perdí de esta manera, en que momento mis pies decidieron correr sin ver.
Siento como si llevara años huyendo de todo y de todos y ahora no se siquiera dónde estoy, ni cómo llegar de nuevo hasta vosotros. No quiero que veáis mi dolor, pues sé que no serías capaz de entender el drama de alma.
Quisiera encontrar una persona que me viera de verdad, que viera que no soy capaz de ser como vosotros y eso no me invalida para querer, para necesitar que me quieran.
Me pregunto muchas veces si tiene sentido seguir luchando contra quien soy, ojalá supieras el esfuerzo que me supone a veces ser esa persona, ojalá pudieras verme y entender que nada me hará cambiar.
Me aíslo en mi soledad porque es lo más fácil, porque no tengo que explicar mis fallos humanos, porque no tengo que esforzarme por ser eso, que no se siquiera como definirlo pero que me agota muy fuertemente.
Me pregunto si existes, me pregunto porque no me encuentras, ni siquiera sé dónde buscarte. Me pregunto si algún día llegaré a encontrarte y si entonces no sea tarde. Espérame, estés donde estés, espérame.